








UN FUTURO PROMISORIO, UN PRESENTE CON MUCHO COMPROMISO CON LA DISTRIBUCIÓN DEL INGRESO Y LA CALIDAD DEMOCRATICA
CONSTRUYENDO LA ALTERNATIVA PARA UN PAÍS CON JUSTICIA E IGUALDAD.
El socialismo continúa atravesando un momento caracterizado por un entorno político y social favorable para el crecimiento de su fuerza política.
Como lo venimos construyendo con nuestro trabajo en distintos ámbitos, y coronando con el conjunto de decisiones partidarias adoptadas por nuestra organización desde el Primer Congreso Nacional Ordinario del 25 de junio de 2005, el Partido Socialista, a través de una oposición responsable, propositiva y coherente continúa aportando a la edificación y consolidación de un frente progresista en la Argentina.
En ese camino, en las últimas elecciones nacionales continuamos trabajando en el marco de frentes electorales junto a organizaciones políticas y sociales que expresan en sus programas y propuestas alternativas de cambio respecto al proyecto oficialista y las alianzas de la derecha.
El Partido Socialista es el partido de los hombres y mujeres que a lo largo y ancho del país sueñan con una sociedad más democrática, justa y libre. Es una organización política que debe estar al servicio de los intereses ciudadanos, debe ser una organización abierta, transparente, movilizadora y cada vez más permeable a las aspiraciones ciudadanas.
Una organización para los militantes y simpatizantes y para todos los ciudadanos que creen y trabajan por un país distinto.
Y a la vez de continuar en el camino de construcción de ese gran Partido Socialista que todas y todos anhelamos, seguiremos aportando a la construcción, “de abajo hacia arriba”, de un sólido frente progresista de carácter programático en la Argentina que integre a aquellas organizaciones políticas y sociales del espacio de centro-izquierda que expresan propuestas alternativas al proyecto hegemónico del oficialismo, que nos permita desarrollar integralmente al país y profundizar la democracia en todos sus frentes.
El Partido Socialista debe tener, como objetivo fundamental, convertirse en el canal de expresión y cauce de las ideas progresistas en la República Argentina. Y en ese camino es imprescindible fomentar la articulación y el diálogo con todos los sectores políticos y sociales que comparten nuestra visión de país que nos permita confluir en un espacio programático de coincidencias progresistas.
El futuro será posible si lo imaginamos ya desde el presente. Las pasadas elecciones expresaron con contundencia una voluntad inapelable de cambio que permitiera abrir una etapa de diálogo y consensos para abordar las cuestiones que todavía están pendientes en la República Argentina. En este marco, tenemos la necesidad perentoria de ofrecer al país una alternativa.
Queda un gran espacio de trabajo, construcción y posicionamiento del socialismo con un mensaje propositivo acerca del camino que permita abordar la agenda pendiente en materia económica y social en la República Argentina : una verdadera distribución del ingreso y la mejora de la calidad democrática.
Este tiempo histórico nos deja indudablemente una gran responsabilidad hacia adelante que nos da una perspectiva muy positiva de crecimiento e inserción en todo el país, y el compromiso de continuar trabajando para mejorar la calidad de vida de los argentinos, y las instituciones democráticas.
Sabemos que pese a la rica historia que tenemos detrás y que nos enorgullece, y el gran presente que nos toca atravesar, es mucho más importante lo que tenemos por delante. Los socialistas miramos el futuro con optimismo, y tenemos razones para ello, ya que creemos en la ciudadanía y la capacidad transformadora de la democracia.
En otras palabras, nos queda un futuro promisorio y un presente de mucho compromiso.
La necesidad de definición de una nueva política.
El gobierno nacional ha tomado medidas aisladas que, en su conjunto, carecieron de efectividad para enfrentar los efectos de la profunda crisis que golpea a la República Argentina. Y esto es en gran medida fruto de las limitaciones que el mismo gobierno ha ido generando en los últimos años. Ante la reversión del ciclo económico, es el momento de aplicar una política anticíclica, expansiva, que garantice el nivel de actividad, empleo e ingreso de la población. Sin embargo, el sostenimiento de un sistema tributario regresivo y fuertemente centralizado, que se apoya centralmente en impuestos al consumo, lo limitan en dicha posibilidad.
Este sistema tributario fue profundizado a lo largo del ciclo expansivo de la economía, lo que le permitió al gobierno nacional obtener cuantiosos superávits fiscales, a costa centralmente de las finanzas provinciales y municipales que fueron deteriorándose mientras se resignaban recursos a favor de la Nación. Estos superávits no fueron derivados a los fondos anticíclicos establecidos y que prolijamente fueron suspendidos año a año en las respectivas leyes de presupuesto; sino que fueron destinados a la cancelación de deuda pública y /o alimentando fondos fiduciarios o especiales de administración más discrecional. Hoy el gobierno debe recurrir a medidas extraordinarias para hacerse de fondos fiscales (apropiación de fondos de las jubilaciones, disponibilidad de reservas del banco central, moratoria impositiva, blanqueo de capitales, etc.), cuando podía haber contado con un fondo anticíclico suficiente para efectuar política activa, sin resentir otras funciones estatales.
Por su parte, la centralización fiscal llevó a un ahogo financiero a todas las jurisdicciones provinciales y municipales del país. Esta situación lleva a que estas jurisdicciones deban recurrir a aumentos tributarios y restricciones de gastos para poder superarlas. La peor receta ante el panorama de estancamiento de la actividad que ya sufrimos. Así, mientras el Gobierno Nacional realiza algún vago y contradictorio intento de política expansiva, las provincias y municipios aumentan impuestos y restringen obra pública, afectando así la actividad económica. La falta de coordinación entre nación y provincias hace que la política fiscal en su conjunto (que es lo que en definitiva afecta a la población y a los actores productivos) sea caótica con impulsos expansivos y contractivos simultáneamente.
Por lo expuesto es necesaria la adopción de una política integral con un fuerte contenido anticíclico con medidas de emergencia pero que también avancen sobre reformas estructurales que aporten la solución a largo plazo.
Resulta en tal sentido indispensable adoptar un conjunto de medidas para la superación de la crisis y evitar que el costo de la misma sea afrontado otra vez más por los sectores más vulnerables.:
A) Garantía del empleo y distribución del ingreso de los sectores de asalariados y de menores recursos:
B) Sistema Financiero
C) Política Fiscal
Seguimos planteando asimismo la necesidad de avanzar en el mejoramiento de la calidad institucional de nuestra democracia, recuperando para ello el rol del Estado al servicio de la sociedad, un Estado democrático, representativo y participativo. Asumiendo que la única gobernabilidad posible en nuestra democracia es la que se asienta en el consenso y la participación de los ciudadanos, proponemos las siguientes políticas:
A) una reforma que permita el mejoramiento de la calidad institucional y promueva una mayor participación social:
· Establecimiento de un Consejo Económico y Social que, con la participación de todos los sectores representativos de la realidad social y los partidos políticos nacionales con representación parlamentaria, se erija como mecanismo institucionalizado de diálogo y concertación social a fin de debatir colectivamente el proyecto de país.
· Implementación de presupuestos participativos;
· Reforzamiento y profundización de la autonomía municipal;
B) una profunda e impostergable reforma política que incluya:
· Boleta única para la elección de presidente y vice, y legisladores nacionales
· Democracia Paritaria.
· Establecimiento de un sistema de internas abiertas y simultáneas para la selección de candidatos, y derogación definitiva de los sistemas electorales distorsivos de la voluntad popular que aun subsisten en muchas provincias (ley de lemas, listas espejo, colectoras, etc).
· Nueva ley de financiamiento de los partidos políticos, que restrinja el aporte de personas jurídicas (empresas privadas) a las campañas electorales, fortaleciendo el componente de financiamiento público.
Buenos Aires, 7 de agosto de 2009
El diputado socialista afirmó que “hoy, donde la desocupación hace estragos, es necesario más que nunca el diálogo y el consenso para preservar las fuentes de trabajo”. Cuccovillo, quien además es Secretario Adjunto del PS de la provincia de Buenos Aires, reclamó “la reincorporación de los 167 despedidos, y el reconocimiento de la comisión interna, legítimamente elegida por los trabajadores”.
Por ultimo, se comprometió a realizar “desde el bloque Socialista junto a otras fuerzas, en el Congreso de la Nación , todos los esfuerzos necesarios para preservar las fuentes de trabajo”.
Encabezadas por Carlos Nivio como Secretario General y Ricardo Cuccovillo como Secretario Adjunto, asumieron las nuevas autoridades del Partido Socialista de la provincia de Buenos Aires, luego de las elecciones realizadas el pasado domingo.
De acuerdo al cronograma dispuesto por el interventor Carlos Maniero, y con aval de la Justicia Electoral, asumieron hoy las nuevas autoridades del Partido Socialista de la Provincia de Buenos Aires. El acto se desarrolló en la sede del PS nacional, en el barrio de Congreso. Estuvo presente además el Secretario general del PS nacional, Carlos Roberto.
El interventor Carlos Maniero señaló que “cumplimos en tiempo y forma, ratificado cada paso por la Justicia Electoral, con lo dispuesto por el Congreso Nacional del Partido Socialista realizado el 28 de septiembre de 2008 en Santa Rosa, La Pampa, donde se me facultó a que en el término máximo de un año se normalice la situación del Partido Socialista de la Provincia de Buenos Aires”.
Al presentarse una sola lista a la conducción provincial (encabezada por Carlos Nivio como Secretario General de la Federación y Ricardo Cuccovillo como Secretario Adjunto), solo se llevaron adelante, el pasado domingo, los comicios en aquellos distritos donde había dos o más listas a conducir las seccionales o Centros Socialistas locales.
Carlos Nivio –diputado de la provincia de Buenos Aires- señaló que “es el momento de redoblar esfuerzos para hacer del Partido Socialista bonaerense ese Socialismo grande con el que siempre soñamos”, mientras que Ricardo Cuccovillo –diputado de la Nación-, reconoció “el esfuerzo de todos los compañeros de la provincia de Buenos Aires que se sumaron a esta propuesta que tiene como objetivo volver a hacer del PS bonaerense un espacio amplio, democrático, participativo y plural para contribuir, desde aquí, a un Socialismo cada vez más grande”.