El Senador Nacional por la Provincia de Santa Fe y Presidente del Partido Socialista, Rubén Giustiniani, es el autor de este proyecto que propone elevar las Jubilaciones Mínimas al 82 por ciento del salario mínimo vital y móvil, y ajustar las restantes jubilaciones a los fallos Badaro. Insistió que en la ANSES tiene recursos para otorgar esta suba y sacar al sector pasivo de la pobreza. “Es una decisión política que el dinero de la ANSES sea primero de las y los Jubilados”, señaló.
Mientras se espera que el Senado de la Nación logre reunir los votos necesarios para convertir en ley el aumento jubilatorio aprobado recientemente en la Cámara de Diputados, el legislador santafesino e impulsor de la iniciativa, visitó los Centros de Jubilados de diferentes ciudades para explicar por qué es viable elevar las jubilaciones mínimas al equivalente del 82 por ciento del salario mínimo, vital y móvil.
La iniciativa no sólo beneficiará al 75 por ciento de las y los jubilados nacionales que actualmente están cobrando la mínima sino que, además, significará la aplicación de “un piso de discusión permanente” para atar los haberes previsionales a los incrementos del salario mínimo, vital y móvil que debe cobrar toda y todo trabajador en actividad.
“Si no se eleva el piso para luego aplicar la movilidad no se estaría respetando la equidad entre el sueldo promedio y el haber mínimo jubilatorio”, sostuvo el legislador y presidente del Partido Socialista, quien también insistió en la necesidad de avanzar en una recomposición de toda escala jubilatoria de acuerdo a los fallos Badaro.
Rubén Giustiniani explicó que el superávit que tiene la Anses “supera los 54 mil millones” y que llevar el haber mínimo al 82 por ciento del salario mínimo, vital y móvil de las y los trabajadores en actividad significará una erogación de 22 mil millones de pesos al año. Este monto es similar al que se gasta anualmente en subsidios a los sectores pudientes para el gas y la electricidad; es la mitad de lo que se le pagó al FMI con reservas y, representa una cifra menor a lo que se le pagará al Club de París, tal como lo indican las últimas informaciones oficiales.
Alcanzar el 82 por ciento de los salarios y recuperar las actualizaciones de los períodos históricos perdidos es un paso relevante para cumplir el principio consagrado en el Artículo 14 bis de nuestra Constitución Nacional, y garantizar a las y los beneficiarios una adecuada, justa y razonable proporción entre el haber de la pasividad y las remuneraciones de las y los trabajadores en actividad.
El Senador Nacional, y Presidente del Partido Socialista, estuvo en distintas localidades (en su mayoría de la Provincia de Santa Fe), y va a seguir brindando charlas a los distintos Centros de Jubilados explicando su iniciativa.
“ANSES Rica, Jubilados Pobres”, la Opinión de Giustiniani
Cuando presentamos el proyecto de ley hace mucho tiempo para elevar la jubilación al 82 por ciento del mínimo vital y móvil y aplicar una escala de recomposición de las demás jubilaciones y pensiones de acuerdo al fallo de la Corte Suprema de Justicia de la Nación, Caso Badaro I y II, sabíamos que más temprano que tarde este tema iba a cobrar una importante repercusión nacional.De los cinco millones y medio de Jubiladas y Jubilados, el 75 por ciento cobra la jubilación mínima que es de 895 pesos, por lo tanto son pobres. Basta pensar que una canasta básica de alimentos está por encima de los 2 mil pesos. Del otro lado, la ANSES tiene casi 170 mil millones de pesos del Fondo de Garantía de Sustentabilidad, 45 mil millones de pesos de Superávit, 17 mil millones de pesos de ganancia por los intereses de las letras del tesoro. Podríamos seguir explicando por qué decimos una ANSES RICA Y JUBILADOS POBRES, pero los números hablan por sí mismos.
¿Por qué entonces el Gobierno Nacional se niega a reconocer un derecho constitucional, un hecho de estricta justicia y elige el camino de descalificación de una medida correcta, desmereciendo de esa manera a todas y todos los Jubilados y sus familias?
Son dos motivos evidentes: el primero es que estas transferencias automáticas a las y los Jubilados le reducirá la disponibilidad de una caja gigantesca que usa, como tantas otras, con discrecionalidad para disciplinar Gobernadores, Intendentes y Legisladores. El segundo motivo es más increíblemente estúpido pero real en la Argentina actual: la propuesta de recomponer los haberes de las y los jubilados no ha sido del Gobierno Nacional sino de la Oposición.
Esperamos entonces, que tal como pasó con la Asignación Universal por Hijo, el Gobierno Nacional después de rechazar durante mucho tiempo la medida planteando que era impracticable, que no había fondos suficientes, que quienes los proponíamos éramos demagogos, vuelva sobre sus pasos y termine con una situación injusta, inconstitucional y absurda: una ANSES RICA Y JUBILADOS POBRES.
El problema con el que hoy se encuentra el Gobierno Nacional es que si no resuelve el tema como acostumbra: rápido y por decreto, lo resolverá en poco tiempo el Parlamento. Corresponde que así sea, que se sancione una ley que convierta en política de Estado no jugar con la vida de nuestras y nuestros Jubilados.
