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lunes, 8 de marzo de 2010

8 de Marzo: Día Internacional de la Mujer




El 8 de Marzo es el día Internacional de la Mujer porque se recuerda y homenajea la muerte 146 de trabajadoras, que en 1908 fueron masacradas en una fábrica textil de New York por reclamar la reducción a 10 horas diarias de trabajo. También se recuerda las protestas realizadas por las mujeres en 1857, también en Nueva York en la misma fecha.

Podríamos escribir hojas y más hojas, y encontraría miles de ejemplos de mujeres que trabajaron por la construcción de una sociedad justa y solidaria, y que además por las reivindicaciones civiles, políticas, sociales y culturales que siempre merecieron. Derechos, que por muchos años fueron obviados que en consecuencia las dejaron marginadas y limitadas a ejercer su participación.

Deteniéndonos en la Mujer Argentina encontramos un montón de ejemplos; aprovechando que estamos en el año del Bicentenario, no podemos dejar de recordar las donaciones que hacían las mujeres, como Casilda Igarzábal de Rodríguez Peña, Francisca Silveyra, Bernardina Chavarría de Viamonte, etc. publicadas en “La Gaceta de Buenos Aires” en 1810, que fueron parte del pronunciamiento popular. En 1812, cuando la revolución pasaba horas de prueba y zozobra, un grupo de mujeres colaboró con la Sociedad Patriótica; o la misma Mariquita de Sánchez de Thompson que fue partícipe activa de la Revolución de Mayo. A la misma par de este grupo de mujeres, se encontraban las mujeres del interior que hicieron un gran aporte equipando a un Ejercito Libertador, como por ejemplo Gregoria Pérez Larramendo de Denis quien puso a disposición todos sus bienes al Gral. Manuel Belgrano cuando arribó con sus tropas a Santa Fe en Octubre de 1810. Más directa todavía, fue la participación de las mujeres de Salta y Jujuy, quienes supieron entender que la lucha era “cosa” sin vuelta y la libertad era necesaria ganarla.

Tanto en 1869 y 1871, con las epidemias del Cólera primero y luego con la Fiebre Amarilla, Sor Camila Rolón paso días y noches en la cabecera de los enfermos sin temor al contagio mortal. Luego, con la Fiebre Amarilla, forma parte de la Comisión de Defensa que asistía y socorría a los enfermos. Más tarde, funda la Institución Faby (era un asilo para niños enfermos), y una congregación para el cuidado de los niños pobres y abandonados y la visita a enfermos a domicilio.

En la educación se destaca Juana Manso, la llamada “Maestra sin vacaciones”, que entre tantos trabajos se destacaron: la traducción de libros, la dirección de la primera escuela mixta, funda una biblioteca en Chivilcoy que fue posteriormente modelo para las bibliotecas populares.

En las letras, encontramos a Juana Manuela Gorriti, precursora de la novela argentina y considerada como el más extraordinario temperamento femenino en letras en América.

Ya en el siglo XX, está Cecilia Grierson que fue la primera médica Argentina. Funda, entre otras cosas, la primera escuela de Enfermería, el Instituto de Ciegos y tomó la iniciativa de crear el primer Concejo Nacional de Mujeres de la Argentina.

En la lucha gremial, no podemos dejar de recordar a Virginia Volten, obrera del calzado; Carolina Muzzili, obrera textil que luchó por condiciones dignas de trabajo de obreras y menores, ya que los patrones violaban las leyes y sometían a trabajos forzosos a niños mujeres. Además escribió libros y artículos sobre el Divorcio y el Cooperativismo.

En 1902, un grupo de mujeres empiezan a participar en la política, y fundan el primer Centro Socialista Femenino.

Cabe recordar que los Socialista fueron los primeros precursores de los derechos de la mujer. En los Parlamentos de aquellas épocas, extraño a los reclamos populares, se comenzaron a escuchar la voz de Alfredo Palacios, Mario Bravo (entre otros legisladores) quienes colocaron al país en la Vanguardia de tales derechos. Se sancionaron leyes que regularon el trabajo de mujeres yniños (ley 5.291), sobre represión a la trata de blancas (ley 9.143), derechos civiles de la mujer (ley 11.357), reglamentación del trabajo a domicilio (ley 10.505), licencia por maternidad (ley 11.932), sobre lactancia materna (ley 11.211), etc.

En 1947, con Eva Duarte de Perón, las mujeres logran poder votar y ser elegidas, a través de la Ley 13.010, luego de 35 años de la sanción de la Ley Sáenz Peña, que todavía dejaba a la mujer sin poder votar.

Ligada a esta lucha, durante un siglo, está y perdurará en el tiempo la figura de la doctora Alicia Moreau de Justo. Fue la revolucionaria más coherente de nuestra historia. Luchó por las reivindicaciones sociales en las etapas de máxima expoliación; luchó por los derechos de la mujer en una época de denigración, dándole un sello particular al Socialismo; luchó por los derechos humanos en los tiempos de su mayor vejación, siempre en superación de la realidad concreta. En 1947, después de la Segunda Guerra Mundial, Alicia Moreau de Justo fundó la filial argentina del Acuerdo Mundial por la Paz que agrupaba "a todas las mujeres del mundo que desean luchar contra la guerra, con espíritu de justicia y solidaridad humanas". Y, a pesar de coincidir con gobierno de Perón en algunos puntos de la Reforma Constitucional de 1947 que apuntaban a la igualdad de género, fue perseguida y apresada por este gobierno y hasta tuvo que esconderse, lo que no le permitió ir a votar en las elecciones 1951 en la cual ella era candidata a Diputada Nacional junto a un grupo de Mujeres Socialistas.

En las últimas décadas, nos queda en la retina las imágenes de Mercedes Sosa y las Madres de Plaza de Mayo. “La Negra”, como la apodaban, fue una artista de nuestro folklore que levantó la voz por la gente marginada del interior que debido a esto terminó siendo censurada y perseguida por la última dictadura militar. Por otro lado, las Madres de Plaza de Mayo que desde mediados de la última dictadura hasta hoy, siguen luchando por reencontrar a sus nietos e hijos desaparecidos en el período más cruel y nefasto que tuvo la historia Argentina.

Tampoco necesitamos irnos muy lejos para buscar ejemplos, acá en la localidad de Rojas en el transcurso del último año, un grupo de mujeres y madres muy humildes del barrio Santa Rita crearon un comedor, con su propio esfuerzo, para los chicos y adolescentes del barrio que no tienen para merendar brindando una copa de leche acompañada de tortas fritas o facturas los Sábados y Domingos.

Hoy desde la Juventud del Centro Socialista de Rojas queremos recordar este día en nombre de algunas mujeres que transcienden en nuestra historia. También, estamos convencidos de que sin la participación activa de la mujer en el quehacer social, gremial, político, no podemos construit un nuevo país.

Los ejemplos nos dejan un mandato: avanzar, sumar, ser mujeres y hombres comprometidos con nuestro tiempo, no para consolidar la arbitrariedad social, sino para superarla en cada día y en cada hora.

La Mujer del presente es parte indispensable en la construcción del nuevo tiempo.

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